La ciudad de los Cesares

"La ciudad de los Césares se encuentra en la sierra de los Andes, al borde de un gran lago. El Viernes Santo se puede ver, desde la distancia como brillan las cúpulas de sus torres y los techos de sus casas, que son de plata y oro macizos..."
La Ciudad de los Césares, Ciudad encantada de la Patagonia, Ciudad ambulante, Trapalanda, Trapananda, Lin Lin o Elelín, es una ciudad mitologica de Sudamerica supuestamente ubicada en algún acantilado de la cordillera Andina en la Patagonia.

Esta leyenda surgió en el siglo XVI en plena conquista y exploración de la corona Española en el continente, y describía un paradisíaco paraje de la Patagonia en donde se situaba una ciudad fantástica, llena de metales preciosos. Sus habitantes eran dueños de grandes riquezas, y las tierras dominadas por esta ciudad eran excelentes para la explotación rural y ganadera.
La versiones de su ubicación son varias,algunas la ponen en un claro de un espeso e impenetrable bosque, otras en una peninsula, y algunas inclusive cuentan que estaba en el centro de un gran lago y que tenia un puente levadizo como única via de entrada. Abundaban en ella la riqueza,oro,plata y diamantes adornaban sus muros. La leyenda cuenta que al lado de ella hay dos cerros, uno del cuel se extrae piedras preciosas y otro del que se extrae el oro. Algunos historiadores vieron en esta leyenda un intento de la Corona española por alentar  la colonización de las tierras Sudamericanas.


La primera referencia a esta ciudad es de 1528 durante la expedición de Sebastián Gaboto al Río de la Plata.
El Capitan Francisco César y unos catorce hombres más partieron a explorar el territorio hacia el oeste, y se dice que alcanzaron inclusive los Andes y mas alla las Sierras de Córdoba.
César y seis de sus soldados regresaron tres meses más tarde contando que habían visto una tierra de gran riqueza que tenía "ovejas del Perú" (llamas) y gran cantidad de joyas y metales preciosos. Durante el siglo XVI fue cuando se comenzo a conocer al lugar con el nombre ciudad de César.Cuando las historias hablaron del descubrimiento de una ciudad Inca, sus pobladores empezaron a ser llamados Césares. Su localizacion era incierta y al no encontrarsela, se sugirio que se hallaba mucho más al sur de la zona que llego César.
Según el investigador Ricardo Latcham, de haber sido las Sierras de Córdoba, tendría sentido la presencia de llamas y de metalurgia, puesto que en esa zona habitaban los diaguitas y los comechingones, los dos influidos por el Imperio Inca.
En aquellos años circulaban otras historias de un rico establecimiento en el sur del continente, luego de que un grupo de mitimaes (colonos incas) se escapo de la zona de Santiago del Estero en 1535 al fracasar  un intento de rescate del noble Inca Pablo Inga, guía de Diego de Almagro.


Se decia que llevaban consigo abundantes riquezas y que habían fundado una ciudad Inca en algún paraje del sur Argentino.Las historias de indigenas que afirmaban haber estado en ese asentamiento se contaron por el resto del siglo XVI.
Posteriormente, varias expediciones españolas a la zona del estrecho de Magallanes fracasaron y comenzaron a correr historias sobre la fundación de asentamientos por parte de sus sobrevivientes, sobre todo acerca de la suerte que corrieron los amotinados de la expedición de Simón de Alcázar y los náufragos de la expedición del Obispo de Plasencia.
El naufragio del Obispo de Plasencia mientras la travesía a las Molucas ocurrió en 1540 en el estrecho de Magallanes. Alrededor de ciento cincuenta tripulantes lograron bajar a tierra y se internaron en ella para refugiarse hasta que los rescataran.
Nada mas se supo de ellos hasta pasados unos veinte años cuando dos de los náufragos lograron llegar a Concepcion, en el Reino de Chile, y contaron que otros supervivientes habían fundado un poblado en la Patagonia y que habian escondido allí un gran tesoro incaico.
Con el paso de los años estas tres historias se unieron en una sola, que contenía tambien elementos fantásticos del acervo Europeo. En ella, el asentamiento de los náufragos españoles tomaba características de una rica ciudad inca y sus habitantes incluso eran llamados los Césares.
Durante dos siglos y medio, varias expediciones partieron en su busqueda, y el hecho de no allarla, enriquecía aun mas el contenido de la leyenda. Se encuentran  detalladas en los textos de Ricardo E. Latcham: "La Leyenda de los Césares. Su Origen y Evolución"..



La leyenda daba para más, "En tiempos precolombinos,luego del primer milenio de la era cristiana, habrían existido diferentes zonas de la Patagonia habitada por una clase de orden templaria o prototemplaria, constituida por blancos de raza indoeuropea quienes se dice que tenían bajo su celosa custodia nada menos que El Santo grial,la copa en la que bebió Cristo en su ultima cena.
(Al respecto abundan las teorías por fuera del contenido de este post de que la famosa reliquia estuvo de paso por estas tierras)  
Estas ciudades que eran fortificadas habrían sido por lo menos tres.
Un puerto fortificado sobre el océano Pacifico y otro sobre el Atlantico, y la tercera ciudad en los antefuertes de los Andes, en la Patagonia central, son los tres lugares mencionados.
La última habría sido la llamada "Ciudad de Los Césares", aunque en las historias indígenas de la zona los tres asentamientos se confunden.


Si bien estas ciudades habrían sido abastecidas de personal desde Europa, el objetivo y la mision de esta orden habría sido netamente cristiana pero no sujeta a la jerarquia de la Iglesia Católica.
Pasados algunos años,se dice que por motivos de seguridad ante la llegada de los expedicionarios españoles los integrantes de esa congregación decidieron llevar el Santo Grial a la Argentina para mantenerlo protegido.
La historia indica que esas tres ciudades habrían sido dejadas en forma organizada y voluntaria, lo que justificaría la falta de huellas o rastros claros de su existencia.
El fin de esta "mudanza" y el destino de sus integrantes y el gran tesoro que resguardaban y escondian son objeto de misterio y de una infinidad de conjeturas, para los investigadores y arqueólogos "constituyen unos de los mas grandes misterios de nuestro tiempo".


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