Las almas perdidas


Un grupo de estudiantes del Liceo numero 2 “Antonio Grompone”, de la ciudad de Salto, en la Republica Oriental del Uruguay, acompañados del catedrático de historia José Buslón, se trasladaron al antiguo Cementerio Central de la localidad, para fotografiar el lugar y registrar “símbolos” y figuras patrimoniales del histórico sitio, uno de los más representativos de la historia local. Todos los liceales cumplieron escrupulosamente con la labor escolar, estando ya de regreso, una de las estudiantes, que se encontraba revisando las imágenes que había captado en el lugar santo, se encontró con una espeluznante vision. 


En una de las fotografías, que mostraba un antiguo panteón perteneciente a la familia Ventura Goncálvez, que data de mas de cien años,podía verse detrás del cristal de un niño,vestido con pantalón negro y camisa tostada, correctamente peinado y mirando hacia el exterior del cripta. La fotografía se viralizó enseguida y llamó la atención de la prensa uruguaya, que la publico en todos sus medios.


Una maestra jubilada de la localidad contactó al diario “El Pais” de Uruguay para informarles que esa imagen le recordaba muchísimo a un niño amigo de su hijo, quien había muerto en un accidente de tránsito en 1972 y había sido sepultado justamente en ese Cementerio.. El profesor de Historia José Buslón, junto a su alumna y un investigador y productor de programas dedicados a lo paranormal decidieron averiguar más detalles sobre el caso del “niño fantasma” del Cementerio Central de Salto, logrando conocer varios detalles muy reveladores.
La maestra jubilada nos relató que había visto la imagen del niño en otra instantánea, de esa sepultura durante una visita que realizó al cementerio en el año 1996. Consultaron a los propietarios del panteon si les era familiar y le dijeron que no. Luego el sepulturero del cementerio le dijo que ese mismo año habían dejado de enterrar en la tierra y que empezaron por los cuerpos chicos, los que comenzaron a llevar a los panteones y que por eso se encontraba en ese lugar. La maestra además nos aseguró que su hijo, luego de ver el retrato tomado por la alumna del liceo, dijo que la imagen del niño era demasiada parecida a la de su amigo muerto en el año 1972.


A partir de los datos aportados por la docente y su hijo, Buslón y sus alumna siguieron buscando pistas, comprobando en los diarios locales que el accidente de 1972 evidentemente había tenido lugar, igual a como lo había narrado la maestra. Una vez en el cementerio, confirmaron que el cuerpo del niño había estado enterrado en el sepulcro fotografiado, pero que después había sido trasladado a otro lugar. Incluso lograron encontrar a las hermanas del “niño fantasma”, quienes no lo conocieron ya que éste había muerto antes de que ellas nacieran.
Poco tiempo después de que se hiciera publica la primera imagen del niño fantasma, el profesor Buslón y algunos de sus alumnos regresaron a la cripta de la familia Ventura Goncálvez (aunque actualmente pertenece a una familia de apellido Garbarini) para tomar más fotografías. Sorprendentemente, en una de las cámaras de los estudiantes apareció la imagen de un imagen inocente asomándose tras de uno de los ventanales del panteon. “Nos encontrábamos en el Cementerio haciendo una nota en el lugar de la supuesta y primera aparición. El grupo de estudiantes se encontraba presente y registró el evento. Y comprobando las imágenes tomadas nuevamente se nos presentó algo cuya explicacion resulta escasa para entender la prueba de lo observado y captado por las cámaras”, dijo el catedrático Buslón.


El investigador y presentador televisivo con todas las evidencias del caso lo incluyo en su libro “Voces Anónimas: Historias y leyendas del universo mágico”, Luego de una entrevista televisiva donde el profesor Jose Bulsón aparecía hablando sobre este episodio, este caso de tintes paranormales terminó judicializándose, ya que la familia del “niño fantasma” decidió iniciar un juicio, contra el investigador y presentador televisivo debido a daños morales y “a que se estaba vulnerando su intimidad”, Según consta en el parte judicial, la demanda tenía que ver con “la difusión de imágenes, historia personal y privacidad de los comparecientes por difusion de hechos sin autorizacion”.
En caso de que la justicia fallase a favor de la familia se estaría avalando de que las fotografías tomadas en el que aparece la imagen de un niño fallecido varios años atrás son 100% reales y que estaríamos ante un evento paranormal totalmente verídico.
Todo este acontecimiento sucedió hace un año y aun la justicia no se ha expedido en el caso.


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